sábado, 11 de octubre de 2014

Homo Sapiens Sapiens Sapiens etc

1) Al principio del documental presenta a dos tipos de monos con diferentes formas de vida causadas por la división de la superficie terrestre por la falla: los del bosque y los de la sabana. Los simios de la sabana se presentan en peligro de extinción, ya que los árboles han desaparecido. Estos aprenden a caminar en dos patas, ya que en su posición de monos no pueden ver el horizonte de la sabana a la hora de explorar. Orrorin y Tumai son los primeros en ponerse en pie, en dos zonas aisladas.

Ante la escasez de agua, el calor y la falta de alimento, muchas especies se extinguen. Pero una logra sobrevivir. Los australopitecos. Se presentan dos tipos: anamensis y afarensis (Lucy). Los anamensis son capazes de pelearse con otros seres vivos terrestres para robarles la comida. También pueden caminar largas distancias a diferencia de los afarensis. Además, son carnívoros, cuando Lucy se alimenta usualmente de frutos, hojas e insectos. Los australopitecos no saben nadar, sin embargo, los anamensis aprendieron a cruzar los ríos siguiendo a otros animales.

Luego de la gran glaciación, entre los pocos homínidos restantes, sobreviven los homo habilis. Es mas alto que sus predecesores y tiene un cráneo mas grande dandole lugar a un cerebro mas grande.
Esto provoca en esta clase de homínidos la curiosidad y la necesidad de entender los misterios de la naturaleza. Así, con la capacidad de razonar, crean las primeras herramientas, refugios, etc.

Una nueva especie surge. Homo ergaster. La especie conquistadora. Es mas alto, camina mas erguido y consume menos energía. También puede recorrer distancias mayores sin beber ni comer. Surgen nuevas emociones y se aprende a trabajar en equipo. Se adapta a las nuevas condiciones y evoluciona. Una vez ocupada Asia, tiene una nueva concepción del mundo, llamándose homo erectus. Pasa de ser carroñero a cazador, aprendiendo a usar las herramientas creadas y perfeccionadas con el tiempo para matar. Se dividen las tareas. El cazador descansa, el resto se encarga de la obtención del alimento del animal muerto.

Otra glaciación se aproxima, y la aforntan los Neanderthalensis en Europa. Son los primeros en vestirse, son robustos y muy fuertes. Domina perfectamente el fuego. Llaman "gran río" al mar, y se preguntan por los misterios de la muerte, que aún no llaman así.

También, en tiempos paralelos, se encuentra el Homo Sapiens, el hombre sabio y nuestro antepasado mas reciente. Cuando los Neanderthalensis se cruzan con estos, creen que vienen del otro mundo. Son totalmente diferentes a ellos. Quedan asombrados por su apariencia.

2) El invierno azota contra los últimos tres Neanderthalensis. Ya no son capaces de sobrevivir al clima ya que no pueden hacer mas migraciones invernales debido a las dificultades que sufre su pequeño grupo. Hay muchas teorías de su desaparición: enfermedades traídas por los nuevos sapiens, víctimas de un repentino descenso de la natalidad, etc. El último neanderthal murió hace 25000 años por causas naturales.

3) Los homo sapiens tenían mas hijos, y son nuestros descendientes mas próximos. Habitaron casi cada rincón del planeta, acortando totalmente con las diversas especies de homínidos, quedando así, luego de la desaparición de los neanderthales, sólo una clase de homínidos, los homo sapiens, evolucionados hoy a homo sapiens sapiens.


domingo, 31 de agosto de 2014

Protocolo



El cuento está terminado teniendo en cuenta las críticas de Caro y Agustín. Hubo modificaciones en la historia para hacerla un poco más compatible con la situación, aunque la forma de narrar se conservó. Las críticas se dirigieron en su mayoría a lo que fue la construcción y el desarrollo de la historia, con poca fuerza en cuanto al aspecto de la verosimilitud. Esto se vio reflejado en algunas acciones que no tenían sentido (por ejemplo, “¿Por qué llevan al chico a la manifestación teniendo en cuenta que el país estaba en "llamas" y había casos de fusilamiento días anteriores?”), quitándole seriedad al gran acontecimiento del 2001. La intención era hacer un cuento dramático, pero no funcionó, o al menos no con esa secuencia de hechos. En eso se basó principalmente la corrección. En cuanto a la focalización y distancia narrativa no fuimos criticados negativamente, por lo tanto se mantuvo igual. Nuestra forma de relatar fue en forma de crónica, explicando lo que ocurría en cada momento de la vida del niño en tiempo presente (narrador homodiegético con una focalización interna). Para hacer la historia más facil de leer, se eliminaron saltos en el tiempo muy extensos, reforzando el formato de crónica.

Se eliminó la parte del señor que lo subía a sus hombros para no confundir y romper con el hilo de la historia. También se incluyó una explicación al principio de la historia en la cual desde mi punto de vista queda claro porque los padres llevaron a su hijo menor de 10 años a la plaza. Las intenciones de los padres quedan a libre interpretación del lector (realmente creyeron que así lo iban a proteger más, eran padres irresponsables, les importó más aquella situación que su propio hijo, etc)



El final dramático no se eliminó, sino que se modificó. La intención de dramatizar y terminar el cuento con una tragedia es el de representar en un pequeño relato toda la situación por la que el país pasaba en aquella época. Cada hecho del cuento representa diferentes momentos de la crisis económica.

2001



Mis papás me trajeron a esta gran plaza porque dicen que no me pueden dejar solo en la casa, dicen que cosas feas pasan afuera entonces no es seguro quedarse en casa y más cuando uno es muy chiquito. Pero lo que no entiendo es, ¿por qué no se quedaron en casa conmigo si tanto miedo les da dejarme solo? ¿qué pasa afuera que hay tanta gente? Ni siquiera puedo diferenciar a aquellos que mis papás llaman “gente con dinero” con aquellos parecidos a nosotros. Hay un helicóptero que se va para allá. Siempre quise viajar en helicóptero, debe ser muy divertido ver a todas las personitas y vos tan grande ahí en el cielo. Todos dicen palabrotas, y después de eso el nombre “Dela Sua”, “De La Roa”, no llego a escuchar bien. ¿Dónde?, ¿dónde estan mis papás? Estaban al lado mio hace un ratito. Alguien me empuja hacia la gente, no se si lo hace a propósito o de chiste pero me molesta y me aleja de mamá y papá.

Allá estan. Si, esa es mamá y papá. No parecen verme. ¡Mamá!, ¡papá!. Me siguen empujando y me estan aplastando. Tampoco es que soy un gigante yo que me la aguanto.

La casa rosa grande se ve ahí en el fondo y hay un montón de gente alrededor. El helicóptero ya casi no se ve. ¿Les dije cuánto me gustaría viajar en helicóptero?

Papá ya me vió, creo que me estaba buscando. Mamá todavía no se dió vuelta. Me estira la mano pero no llego, mucha gente. De a poco me acerco, pero cuesta porque hay mucho forcejeo de acá para allá. Las personas me miran con cara rara, casi con desesperación, pero no se como reaccionar, ya se sabe que hay gente buena y mala y uno no sabe cuando le toca uno bueno o uno malo. Es como ese juego en el que tenes que adivinar la personalidad de una persona cuando agarras una carta.

Estoy más cerca, ¿cuándo me acerqué tanto? Ah, ya me imagino estar en el helicóptero con mamá y papá yendo sobre todo el mundo viendo todas las personitas chiquitas mirando para arriba y yo para abajo.

Los alcancé y me abrazan muy fuerte repitiendo “perdón, perdón, vamos a casa”. ¿Por qué perdón?, ¿no me dijeron antes que quedarse en casa era peligroso? Bue, no importa, igual estoy más cómodo allá que acá.

Ahora nos dirigimos a casa, pero queda bastante lejos de acá me parece.



Veo unos señores subidos a caballos cabalgando por el medio de la calle, es como en los desfiles de fin de año. Se acercan a nosotros. No, ¡papá!, ¡mamá!, ¡se los llevan!. ¡Gritan mi nombre pero no los puedo alcanzar, van muy rápido, les pegan y nose que hacer! Los soltaron, que alivio, pero estan muy lastimados. ¡Ayuda! ¡Ayuda! No hay nadie alrededor, nose que hacer.

lunes, 9 de junio de 2014

El Túnel



Este relato realmente me atrapó. Me sorprende realmente mucho el punto de vista que tiene el criminal (él no se llamaría así, más bien un justiciero dedicado a aniquilar a escorias que “destilan su veneno” en la sociedad). Su punto de vista, su realidad, es una sociedad donde nadie se considere superior a nadie, y que simplemente cada uno hace lo que debe hacer. Él odia las sociedades, los grupos con “gestos grotescos”, y se siente totalmente excluido del contexto en el que vive. Me lo imagino como un ser depresivo, completamente solitario en un mundo al que él no pertenece, y cuando encuentra a aquella mujer que lo puede comprender, irónicamente, es a la que mata. Su odio y repugnancia hacia estos seres de gestos grotescos es notable en su constante descripción.

Este cuento está totalmente narrado desde el pensamiento de Juan Pablo, quién sufre de una gran obsesión hacia María (persona que encuentra interesante, diferente a la sociedad, tan solo por acercarse a un detalle en vez de acercarse a grandes rasgos hechos para llamar la atención). Más que contarse los hechos de forma directa y específica, la mayor parte del relato se basa en planificaciones, interpretaciones, hipótesis y sentimientos de Castel, quien al no relacionarse con muchas personas, se encuentra en un nuevo mundo al acercarse a alguien que puede llegar a amar. Su falta de trato provoca una actitud de violencia continuada con tranquilidad y reconciliación hacia Maria, sintiéndose irritado ante cualquier diferencia que haya entre ellos (el deja claro que la mujer piensa igual que él, aunque no sepa lo que piensa él mismo). Su obsesión lo carcome en cada capítulo, haciéndose cada vez más clara su dependencia hacia aquella mujer que conoció hace muy poco. Dudas acerca de traición amorosa y la necesidad de saber que es lo que hace María y que hará, hacen que Castel construya una estructura ficticia con diferentes resultados de los cuales no parece estar seguro en ningún momento, volviendo a reformular que es lo que debe hacer y cuáles son las consecuencias posibles de la acción que tomará. Luego de cada encuentro con ella, Juan Pablo recuerda cada detalle, intentando sacar la mayor cantidad de información posible acerca de si ella lo ama, si lo está engañando, y qué es lo que le está ocultando. Algo que lo irrita a niveles grandiosos, son las generalizaciones. Castel prefiere las frases concretas, que vayan al punto, nada de generalizaciones u oraciones que ante cualquier punto de vista queden en el aire sin significación, haciéndolo hacer una interpretación más profunda de qué es lo que habrá querido decir. A lo largo del cuento, las cartas de Juan Pablo hacia María se hacen más agresivas y más amenazantes (hasta la amenaza con suicidarse sin ella no deja su estancia y vuelve a Buenos Aires para juntarse con él). Ya en el final del libro, se acerca a la estancia, donde ve a su “amor” caminar con Hunter (sospechoso de un amor a escondidas). Otra vez, el asesino construye hipótesis (cree que se pueden estar burlando de él, y cuando se prende la luz de la habitación de Hunter y no la de María, supone que se acuesta con ella). Finalmente se prende la luz de la habitación de María, donde él lleno de ira y tristeza, la apuñala. Luego le cuenta a su marido (Allende) que María estuvo con él y con Hunter.

Juan Pablo describe su vida como un túnel frío y oscuro, desde el cual puede ver a través de una grieta la vida libre de aquella mujer que él en un principio consideró interesante, pero que finalmente terminó siendo una mujerzuela, a la que llamó “puta” y “prostituta”, entre otras agresiones, como la frase “engañando a un ciego, refiriéndose a Allende.

También describe sus sueños, como por ejemplo aquél en el que convertido en pájaro, no era capaz de contarle a nadie lo que ocurría ya que cada vez que intentaba hablar, salía de su pico un chillido. Su impotencia se resalta en este sueño.



La verosimilitud del relato está muy bien lograda. El relato en primera persona se focaliza en la mente rebuscada del protagonista, haciendo al lector entender por qué situación está pasando y porqué mató a quién mató (por más que a nosotros nos parezca una locura, si nos ubicamos en la realidad de Juan Pablo, logramos entenderlo). La ilusión referencial aparece todo el tiempo, en todos los detalles innecesarios para la continuidad del relato, pero necesario para el refuerzo de su verosimilitud. Por ejemplo, la descripción de el tamaño de las letras de “COMPANIA T”. Por más que sea innecesario, refuerza nuestra creencia de que en algún lugar de Buenos Aires hay un edificio con ese nombre, donde él va todas las mañanas a esperar la entrada o salida de María.

martes, 29 de abril de 2014

¿Quién se lo imaginaría?



Ya se conocían hace años, ¿qué secretos podrían ocultarse luego de tanto tiempo compartiendo una vida? ¿Quién diría que aún hay una moneda en el monedero, y que no se gastó todavía? Todo ocurre en un mero sentimiento de duda, en el que el protagonista es aquel objeto escondido o no escondido en el bolsillo de una mujer de tercera edad, junto a su pareja dos años mayor.


Ella había salido como todos los días de su casa con su marido a conversar a la plaza, aquella plaza en la que se habían conocido, un martes como este, o como aquel. Pero no era como todos los días, ese día fue diferente. La anciana había hecho una movida de jaque mate para aquella relación que ella ya no consideraba seria, fiable y leal. ¿Terminaría finalmente con ese sentimiento de falsedad ante un ser que de a poco iba borrando aquellos momentos gloriosos? Probablemente. Lo había pensado una semana antes, y sabía en donde debía ocurrir. Todo seguía igual, de forma que no hubo ni una mínima sospecha de parte del marido acerca de los planes de su pareja.


Nervios, ansias y odio rodeaban de forma material a la anciana, mientras que su acompañante simplemente caminaba hacia un objetivo ya conocido. Ambos se sentaron en el banco de siempre, con expectativas de la charla de siempre, pero no fue así. Ese día ambos estaban en silencio con miradas distraídas que circulaban por el horizonte y el suelo. ¿Porqué era ese momento tan incómodo, si ya lo habían vivido miles de veces antes? En ese instante, la anciana se dio cuenta de que no era ella la única que ocultaba algo, ya que era su marido el que empezaba siempre la conversación.


Cada uno en su burbuja de pensamientos. Finalmente, y para el alivio de la señora, su marido empezó a silbar una canción que no reconocía, pero estaba segura de que era un tango.


¿Cuánto más debería esperar para poder realizar lo que había dispuesto con tanta dificultad? ¿Estaba segura de que eso arreglaría las cosas, que finalmente tendría una vida feliz?


El señor siguió silbando hasta que una paloma se paró sobre el apoyabrazos del banco en el que estaban sentados. Primero la miró con detenimiento, casi demostrando un efecto de cariño hacia aquel animal. Pero eso fue meramente una mala interpretación de su acompañante. El anciano estaba lleno de ira, ira incomprensible para su pareja, pero aún así ira. En un acto sorpresivo, agarró a aquel ser inofensivo y le dobló el cuello. Acto seguido le dijo a su mujer: “mostrame que tenes en el bolsillo, querida, o te hago lo mismo”. La señora, desesperada, intentó defender su tranquilidad y poca certeza acerca de lo que estaba ocurriendo. Tartamudeando, le explicó que no había nada en su bolsillo más que las pequeñas bochitas que llevaba siempre. Con un gesto de afirmación, el anciano se levantó y se marchó.


Ella, paralizada, no supo que decir ni hacer. Su plan se había dispersado, aunque ahora sabía que su marido también la odiaba.


Logró ver la figura de su supuesto “amor de por vida” en el medio de la plaza, parado mirando el suelo. Decidida, sacó lo que escondía en el bolsillo. Era un antiguo abresobres de oro con detalles de plata, uno de los dos abresobres que le había regalado la madre hace años. Caminando con firmeza y apretando bien fuerte el mango con su puño, clavó aquella reliquia en el estómago a aquel ser desconocido que tenía en frente. Un aire de satisfacción le llenó los ojos de lágrimas de felicidad, pero esta no le duró mucho. Sacando la mirada de los ojos del marido, se dió cuenta que otro material también la atravesaba a la altura del estómago, otro abresobres, el hermano de su abresobres.





No sentía dolor, solo frío, mucho frío. Ambos se quedaron un minuto parados impresionados con lo que había pasado, hasta que sus piernas ya no pudieron soportar el peso de sus cuerpos, entonces cayeron en una caída que parecía interminable. Sus cuerpos quedaron tirados en el medio de aquella plaza despoblada, donde ni las palomas abundaban. La imagen en el cuarto de los ancianos quedó intacta, pero, ¿quién se imaginaría semejante violencia y odio en una foto de dos viejos tomados del brazo, caminando por la plaza de siempre, hablando de lo de siempre? Más allá de todo, algún tipo de conexión tiene que haber habido entre ellos dos. Eligieron el mismo lugar, el mismo día y el mismo momento para terminar con la miseria de cada uno, una acción mutua que finalizó con 65 años de una relación que ambos consideraban una mentira sin retorno.